
Y quizás los besos de aquel entonces me habrían permitido descubrir quieran eras, desconocido.
Las promesas, los anhelos y confesiones han ido quedando por todas parte olvidadas, pues esta compañera distancia ha sabido ser oportuna en los momentos en que fue necesario decir adiós; sin embargo aún esa necesaria lejanía no me ha enseñado como se hace para no albergar más la esperanza de que un día dejarás de ser un extraño atractivo y comenzarás a ser un conocido querido -tal vez amado-.
Por más que lo pienso creo que debería haberte besado más de lo que lo hice, quizás así hoy te conocería lo suficiente, no te extrañaría y sabría como actuar frente a esta repetitiva locura que me ataca.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario