sábado, 18 de julio de 2009

Azúcar al café

Al amanecer el arbol dió su flor,
y cantó el ave en todo su esplendor,
tu canción.

Y al despertar no pude decir dos,
pero recorde como era tu voz,
diciendo amor.

Flores van girando en torno a tí otra vez,
giran como gira espuma en el café,
flores van girando a tí otra vez.

Y pensé en tu rostro mientras me lavé,
y te ví denuevo en el agua que
se fué.

Lluvias van callendo en torno a tí otra vez,
cae como cae azúcar al café,
lluvias van callendo en torno a tí otra vez.

Y la tarde fué más rara aún porque
caminé sin rumbo hasta que me encontré
en el puerto.

Y al atardecer creí en el cielo ver,
al atardecer creí en el cielo ver,
tus ojos, tus ojos.

Antes de acostarme y soñar después,
antes de acostarme y soñar después,
contigo.

Escribo esta carta y tomo un café,
y en su espuma gira lo que no alcancé
a decirte muy bien.
a decirte, a decirte.

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