Los días pasaron bajo el inconfundible murmullo de su corazón, pero la rapidez de sus latidos sólo precipitaron una desición que debía esperar, esperar, esperar. El miedo la inundó y no supo cómo reaccionar ante tan desolador panorama, pues sí, ella volvió a cometer el mismo error.
Los días siguieron pasando y su ingratitud se fue haciendo más notoria, su lejanía y su otrora rebeldía habían vuelto a dominar su mente. ¿Alguna explicación? Ninguna, quiso callar, sólo aquel amigo temporal, de esos que viajan junto a tí, supo de su sentir. Mientras el tiempo esperaba.
Qué hacer se preguntó una y otra vez, qué hacer y por qué había hecho lo que hizo... nadie supo qué responder, claro, nadie. "¡Asdf!" gritó, quienes la oyeron alcanzaron a notar ese dejo de ofuscación que sentía, pero ante tanta incomprensibilidad nadie quiso opinar.
Puso su reproductor y las canciones sólo revolvían más su mente, pues el aleatorio respondía de manera tan sádica cada pregunta que ella generaba. Dejó todo y apagó su mente, salió a respirar, corrió unos minutos y luego regresó, pero esta vez a soñar, nada más.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario