Dí un paso, te toqué, tomé tu mano y no quise huir pues ese calor que sentí al tocar tu piel siempre lo necesité. Preguntaste si quería caminar junto a tí y yo, con una lágrima recorriendo mi mejilla, olvidé el ayer, viví el momento y dije que sí.
Han pasado más de tres meses de aquel día, donde luego de un tonto juego empezó a contarse un nuevo capítulo en esta historia que una, dos, tres veces creí acabar. Ese día te abracé y hasta hoy no he querido soltarte, y pretendo no hacerlo.
Necesito tu mano apretando la mía, haciéndome confiar en que harás todo lo posible porque lo nuestro continúe por mucho más, haciéndome olvidar lo demás; sólo necesito aquel abrazo que recibí en una cocina, ese abrazo que me decía: 'Tranquila, no estás sola, me tienes a mí'.
00.32 hrs.
Lunes 15/06/09
No hay comentarios.:
Publicar un comentario