sábado, 10 de noviembre de 2012

La boca del saxofón.

Las calles van alimentando el sentir de la vida, los pasos me hacen pensar un soundtrack a cada instante, mientras el horizonte ve nacer un arrebol en cada puesta de sol.

Contigo o sin ti a veces ya no parece doler, aun cuando no puedo sino recordar que de tu mano todo parecía más calmo y feliz. Me acostumbro ya, aunque no te vaya a sacar de acá, porque en definitiva aún no es tiempo, queda más... y no puedo sino reconocer lo cierto de que te espero, lo cierto de que aún te quiero.

Tientas a mi orgullo a desaparecer, pero aún me siento entera, porque sólo existe incerteza y ella lo único que me viene a decir es que todavía estás. Sino todo sería muy distinto -y créeme que lo sé-. Tampoco quiero pecar, el ensimismamiento puede fácilmente traicionarnos y volverse un error, pero es el único arma que tenemos.

(Because I love you too much, baby, cantaba)

Hoy hay mucho que no decimos, muchas palabras que se van quedando en la boca de aquel saxofón que tocas. Pero el tiempo no pasará en vano: para bien o para mal, ambos sabemos que es nuestra única esperanza y consuelo.

12:57
09/11/12

No hay comentarios.: